Gris.












Gris…



¡Cárcel...! Mi hambre de sueño ha flaqueado,

y navega en un valle mortecino,

tenuidad es lo que marco en divino

asombro, sin tu brillo constelado.



Ya no veo el zafiro del pasado.

infecto es el hedor del cristalino

estanque, que se vuelve infausto vino

en los labios de mi juicio nublado.



Al desacierto le gusta mi cráneo

esquivo, gracias a la altiva esencia

que esta emana, y su apuro subterráneo.



Bendito resplandor de mi demencia,

con las garras de un temor espontáneo,

y la apagada luz de su existencia.



-Algus Losa. 02/06/2020.



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