Nostalgia.
Cuando la tarde besa la lluvia,
(con aquella forma en que las manos
acarician las sombras) me gusta
viajar hacia donde nuestros pasos
se dibujaban como uno solo.
Donde aquella rosa tímida de
espinas nerviosas, te pidió
disculpas por haber besado tu
mejilla sin permiso, ¿recuerdas?
o cuando la banca de rugosas
pieles te ofreció asilo, para que
esperases la canción del tiempo
sin somnolencia ¿recuerdas? Era
al nacimiento de la noche, con
los tejados vestidos de luces,
poco después en que las estrellas
miraran como destruíamos
nuestras almas con los ojos. Poco
después de que perdieses la luna
en tu frente, después que brillaras,
después de que fueses laguna, antes
de ser anochecer, antes… de que…
Tú murieses… ¿recuerdas? Talvez no.
Me gusta viajar hacia el ayer,
aunque el tren de la memoria solo
pasa las tardes cuando hay neblina.
Hoy pasará, y ya hice la maleta,
empaqué las dudas, las cascadas
que nacen con prisa, las camisas
de hierro que mi ventana usa
por miedo a los huracanes, y
la nostalgia que te guardo desde
siempre, sé que habrá tránsito, nada
nuevo por mirar, fantasmas en las
calles, bufones en el vagón,
y dos mendigos por las aceras;
y al bajarme del tren, pasaré
por la avenida desencanto, y le
compraré historias artificiales
al cuervo que cuida la tienda de
la esquina, y al pasar por la rotonda
de anhelos perdidos, a cien metros
de la calle melancolía, yo,
miraré la rosa, la banca y la
sonrisa que tus benditos labios
lucían, ahí siempre estarás..
tú sin mí, y yo contigo. Hasta siempre.
-Algus Losa.
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